Cartas de Justo Villanueva
Transcripción realizada por Carlos de la Serna
Antecedentes: Los ejércitos de Buenos Aires, al mando de Bartolomé Mitre y de la Confederación, a las órdenes de Justo José de Urquiza, se enfrentaron en Pavón el 17 de septiembre de 1861. La victoria correspondió a Buenos Aires, a raíz de lo cual el presidente Santiago Derqui renunció y su vice Juan Pedernera asumió interinamente, disolviendo luego los poderes federales. El Gral. Mitre, hasta entonces gobernador de Buenos Aires, quedó de hecho a cargo del Ejecutivo, con la aprobación de las provincias, dando así comienzo a la Organización Nacional.
Nota: Se ha tratado de respetar en la medida de lo posible la ortografía, abreviaturas y forma de escritura del original manuscrito.
Sor. Dn. José A. Villanueva
Campto Rosario, Diciembre 5 de 1861
Querido Padre: acá todas buenas, recibimos sus cartas y diarios con las que acompañaba el sombrero de paja que también recibí.
Por los diarios verá V. que cada quince días sucede o una victoria o un pronunciamiento a favor de nuestra causa, mas sin embargo la campaña se prolonga, pues no es obra pequeña el dar libertad y arreglo a tan inmensa República, de pueblos tan habituados al caudillaje, tan atrasados y perezosos por costumbre en que se duerme 16 horas cada 24. Es necesario sacudirlos y despertarlos para darles el maná de la civilización, la redentora obra que ha emprendido la activa e inquieta Buenos Ayres es obra de Nazarenos, de sacrificio y no hay más remedio o volvernos y hacernos independientes o hacer que la vaca lechera de hace 50 años siga dando leche: en valde allí se impacientan, a mi juicio no hay otra disyuntiva; estos pueblos interiores casi son indignos de mejorarles sus condiciones, pues tenemos que hacerlo por nuestra propia conservación.
Ayer vino un Patrón de Buque de arriba y nos trajo la nueva de que en varios Departamentos de la Prova de Corrientes habían estallado movimientos revolucionarios en sentido nuestro, encabezados, dice, por Nicanor Cáceres, esperamos de un momento a otro saberlo oficialmente; a ser esto cierto el Gaucho Entrerriano no quedaría ya mucho tiempo parado, lo veremos. Las noticias y diarios de interés que le mando hagaselos ver al Sor Neves.
Cuando le escriba a José digale que respecto a mi lana la negocie junto con la del establecimiento, o haga lo que con lo de Vds que yo no puedo ocuparme hoy de este negocio, que con el producto pague primero todos mis créditos y los de Juana, y lo que sobre lo ponga a disposición de ella.
Concluyendo estaba esta carta cuando vienen a decirme que acaba de llegar un chasqui que viene desde Tucumán trayendo el parte que Taboada manda al Gral Mitre comunicándole haber vencido y dado en tierra con el Gobo Federal de aquella Prova, y sigue el viento soplando bien. Voy a buscar la Patria en que probablemte estaran estas noticias pa mandarsela.
Su hijo
Justo Villanueva
Sor. Dn José A. Villanueva
Rosario, Diciembre 31 de 1861
Mi querido padre: el Tente Gallardo, portador, lleva mi encargo de buscarme una Espada de fina calidad, con sus tiros y dragona correspondtes, si la encuentra le he dicho que le pase a V la cuenta de su importe pa que V tenga a bien abonárselo por cuenta mía, lo que espero hará V: tal vez Patricio sepa dar razón donde las haya ricas, que es como quiero que sea.
Ya V sabrá por los diarios que la Escuadra enemiga está ya en nuestro poder, y a los dos días despues nos viene la nueva oficial de que el General Taboada con sus santiagueños ha derrotado completamte al Exto federal fuerte de más de 2000 hombres encabezado por el antiguo Tente de Rosas, Gutiérrez (que conocí yo en Tucuman en el año 41) a inmediaciones de la capital del Tucuman: los acontecimtos felices se suceden tan de cerca que nos tienen medio asombrados, y no nos dejan saborearlos, vale más así, aunque por otra parte se ve el triste espectáculo de que la República anda en guerra civil; todo debido a Urquiza, y todavía éste pícaro sobreviene a su caída y aún lo acatan, como tan justamente dice Sarmiento. Mientras este bandido qude en la escena, la República no se ha de sosegar.
Su hijo, que según todos, muy pronto lo abrazará.
Justo Villanueva
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